Mitch Hayden, un hombre tan duro como atractivo, entró con la fuerza de un huracán en la vida de Emily Jordan y le quitó el sentido. El dolor de aquellos ojos azules y penetrantes era como la soledad que anidaba en el alma de Emily, y la bonita viuda no tardó en enamorarse sin remedio de un hombre al que apenas conocía. Un hombre al que era peligroso amar...

Porque Mitch no había aparecido en su casa por casualidad. Fue a implorar que lo perdonara por el papel que había jugado en su pasado trágico, por los sueños de familia que él había destrozado.

Ahora anhelaba darle el hijo que ella tanto había querido, la felicidad que se merecía. No obstante, si Emily llegaba a descubrir quién era en realidad, no volvería a mirarlo aunque fuera el único hombre sobre la tierra.