Estaba entre la espada y la pared.

El pasado de Maggie Sterline había reaparecido en su vida. ¿Qué extraño destino la había hecho caminar hasta la boca del león?

Saxon Tremayne era un hombre enorme de carácter endiablado. Lo que había pasado entre ambos había sido un malentendido, pero él no se había detenido a escucharla. Su precio era que Maggie se quedara en Carolina del Sur y cuidara del hombre que se hallaba amargado y desvalido en un mundo repentinamente oscuro.

Pero, si la rabia ciega de Saxon era perturbadora, Maggie aún conservaba vigor para enfrentarlo, para obligarlo a enfrentar su mundo, aun cuando su rabioso contacto se fuera convirtiendo en tiernas caricias y sus besos parecieran decir que su entrega significaba más, mucho más que una mera venganza.