Cuando Rachel Sinclair conoció al ex agente Cullen Logan, su mala reputación ya le había precedido. Sin embargo, se enamoró de él. Pero Cullen no parecía dispuesto a mantener una relación estable, ni siquiera cuando le anunció que estaba embarazada de su hijo...

Él sabía que la única alternativa honorable era casarse con ella, pero estaba dispuesto a protegerla aún a su costa, a dejar que el pasado se interpusiera entre ellos hasta que, cuando empezó a pasar más y más tiempo con Rachel, descubrió que lo único que realmente estaba en peligro era su corazón.