Estaba de acuerdo en que le enviaran a Marcus Anson para revisar el estado financiero de su empresa, ¡pero Janis se puso furiosa cuando el banco insistió en nombrarlo director de la compañía!

Janis sabía que la situación de la empresa era difícil, y Marcus no entendía la naturaleza inestable de la industria de la ropa. Por eso, era inevitable que chocaran en lo que se refería al negocio, pero ella se quedó pasmada cuando se dio cuenta de que las chispas saltaban entre ellos dos, se debían más a la atracción que al trabajo.

Era una pena que tuviera que defraudar a Marcus, pero nunca imaginó hasta dónde llegaría aquello...