- No tendrás que forzarlo mucho, Daisy, sólo dale la oportunidad y él caerá en la trampa.

Daisy no llevaba el apellido Lingard, pero siempre se había sentido fascinada por él, sobre todo por Dark Lingard, que de vez en cuando visitaba a la familia; ahora había surgido otro Lingard: Richard, quien apareció de repente, para amenazar la felicidad de la hermana de Daisy y su esposo.

Para destruir las maquinaciones de Richard, las dos chicas preparan un plan que a la larga tendría inesperadas consecuencias para Daisy.