TODO EMPEZÓ DE FORMA POR DEMÁS INOCENTE...

La fotógrafa Robin Hayle retrató una vasija indígena... ¡pieza que el experto Adam Farwalker afirmaba era una falsificación! Decididos a llegar al fondo del asunto, ambos pronto se encontraron en peligro.

Alguien estaba resuelto a impedir que hicieran preguntas. Violaron el estudio de Robin y provocaron que su auto cayera por un barranco. Adam enfureció por haberla involucrado en el asunto. Además, esa inteligente y vivaz sajona cuya curiosidad parecía insaciable, lo había impresionado.

Lamentablemente, tarde o temprano ella lo interrogaría sobre su secreto y ese sería el final del juego...