Un millón de dólares, aquello era lo que Sable LaCroix le pagaba a Joe Lombarda para que se casara con ella. Necesitaba desesperadamente formar una familia para asegurarse que los padres de su difunto marido no consiguieran la custodia de su hijo. Era un perfecto acuerdo comercial sobre el papel… desgraciadamente, no había tenido en cuenta el deseo de ser la esposa de Joe en algo más que el apellido.

El matrimonio era la respuesta para los problemas económicos de Joe con su hipódromo en Texas. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que había hecho un mal negocio. El millón de dólares los mantenía separados. Sable lo había comprado como marido… ¡pero él deseaba ser su amante!