Amy Chapman nunca había sido una persona indulgente consigo misma y, por lealtad, había ocultado el amor que sentía hacia Nick Culhane, el prometido de su hermana. Gracias a Dios, dado que Nick rompió su compromiso sin dar ninguna explicación y se granjeó de ese modo la enemistad de toda la familia Chapman. Se rumoreaba que había sido a causa de otra mujer...

Y esa otra mujer era la propia Amy. Cuando Nick regresó a la ciudad diez años después, aún ardía entre ellos una arrolladora pasión, hasta tal punto que estar entre los fuertes brazos de Nick era para Amy tan necesario como respirar. La encantadora hija de los Chapman se había convertido en una hermosa mujer, pero ¿cómo iba a atreverse a amar al único hombre que su familia jamás podría perdonar?