"Eres una tonta. Él es una buena presa"

Cuando Alida tenía diecisiete años, su padre la prometió con un acaudalado pero descarado joven griego, que no tenía la menor idea acerca de cómo tratar a una mujer. Ella se rebeló y voló a Inglaterra, pero no antes de convertirse en su esposa.

Ocho años después, Darius Valaris volvía a a vida de Alida, para arruinar su paradisíaca isla en Bahamas con un montón de hoteles y grandes estacionamientos de cemento. Pero él había cambiado, y a despecho de sí misma, ella lo encontraba muy atractivo.

No, se dijo. ¡Nunca más! Pero el fuego en los ojos de él derretía su resolución...