Lorelei Mason no había imaginado que su prometido la vería en brazos de su ex novio el día de su boda, mientras éste la secuestraba a la entrada de la iglesia. Jack Storm la había dejado plantada en el altar una vez, y encima tenía la cara de querer recuperarla...

Jack había cometido el mayor error de su vida al no acudir a la iglesia hacía diez años. Sólo le quedaba la esperanza de recuperar el amor de Lorelei. Y sólo entonces la llevaría de vuelta al altar, para casarse con ella.