Wade Mackey no tenía idea de cómo organizar la boda de su hija, por eso contrató a Leah Houston, una organizadora profesional de ese tipo de acontecimientos. Pero el contacto continuo con la refinada Leah despertó en él el incontrolable deseo de averiguar qué se escondía debajo de esa ropa impecable.

Leah estaba acostumbrada a tratar con duros vaqueros reacios a permitir que sus hijas se fueran de su lado. Y aunque tenía sus ventajas estar cerca del disponible y atractivo padre de Myra Jo, Leah se vio en la necesidad de recordarse en cada momento que no le interesaban los vaqueros... a menos que encontrara la forma de domar a éste.