No la había visto en casi once años. Habían estado muy enamorados. Pero si Philippa se hubiera casado con Scott, él habría perdido su herencia. Por eso, ella le dijo que estaba enamorada de otro hombre.

Al volver a verla, Scott dio rienda suelta a su amargura. Se complacía pensando que Geoff se había negado a casarse con Philippa, a pesar de que ella estaba embarazada. Scott parecía ciego al amor de Philippa, tanto, que ni siquiera podía ver algo que era obvio... que el joven Simon era muy parecido a su padre.