NO HABÍA NADA QUE DESEARA MÁS QUE UNA NOCHE DE PASIÓN JUNTO A ÉL…

La trabajadora social Noelle Bradenton sabía qué era lo que quería encontrar bajo el árbol de Navidad, al policía Mark Santori envuelto en un lazo rojo… y nada más. El guapísimo agente estaba investigando la desaparición de regalos del refugio para mujeres en el que trabajaba Noelle y todos los indicios apuntaban a que el culpable era el mismísimo Santa Claus.

Noelle y Mark siguieron una pista hasta un pueblo en el que esperaban encontrar al falso Santa Claus. Hospedados en el mismo hotel, Noelle no dejaba de imaginarse a Mark desnudo. Iba a resultarle muy difícil esperar hasta el día de Navidad para descubrir lo maravilloso que era lo que aquel policía tenía para ofrecerle.