Cuando el campeón de carreras de autos, Conrad Brandon, apareció en la clínica de Londres dónde Gala trabajada como fisioterapeuta, ella nunca imaginó que su relación profesional diera paso a una atracción mutua.

No tenía derecho a sentirse así por un hombre que había destrozado la felicidad de su familia. Era un hecho indiscutible que Conrad Brandon sedujo a la novia del hermano de Gala y luego la abandonó. ¿Qué garantía existía de que no haría lo mismo con ella?