Susanna estaba satisfecha con su vida. Había tenido éxito en su carrera de dibujante comercial y ganado mucho dinero, lo que le permitía vivir con lujo en Londres.

Su madre y sus amigas habían abandonado sus profesiones cuando se casaron, pero ella jamás haría eso. Sin embargo, cuando Niall Ardrey apareció en su vida, acusándola de haber protegido a su hermana que había escapado de casa, ella quedó impresionada por su devastadora masculinidad. A pesar de su desesperada resistencia, sabía que estaba luchando por una causa perdida.

Un hombre como Niall nunca aceptaría una esposa a medias.