Él era su marido y había jurado poseerla hasta el día de su muerte.

Callie había vuelto junto a Chandler, a pesar de su desesperado intento de huir. Ahora, él la reclamaba entera, su cuerpo y su alma. A cambio de obtener el dinero para pagar la operación de su padrastro, ella aceptó volver a vivir con el hombre que la había traicionado.

Era aterradora la manera que él tenía de despertar en ella la más intensa de las pasiones. El tiempo transcurrido lo había transformado en alguien todavía más fuerte, más difícil de resistir. Ella le había prometido a él un año. Él le contestó que la quería para toda la vida.