¡Lilith St. Lyon era una bruja de verdad! Además, últimamente no se había portado muy bien.

Al parecer, emplear sus poderes para que el detective Mac Mancusi quedara completamente prendado de ella no era aceptable… Sin embargo, ¿qué mujer se resistiría a que un hombre tan sexy como Mac la anhelara cada segundo que estaban separados?

El comité, no obstante, estaba disgustado y habían privado a Lilith de sus poderes. ¿Qué podía hacer una bruja? Sobre todo cuando Mac había vuelto repentinamente a su vida y quería reavivar la magia…