Bethany Stone llevaba mucho tiempo enamorada de su jefe, Joshua Norris... sin ninguna esperanza. Para él, era sólo una secretaria, nunca se había fijado en ella como mujer y, probablemente, nunca lo haría. Por eso, Bethany decidió presentar su dimisión.

Pero entonces Joshua se dio cuenta de que la necesitaba fuera de la oficina. La inesperada llegada de su hija de diez años le aterrorizaba. ¿Qué sabía él de niñas de diez años? Necesitaba los consejos de su eficiente secretaria... y Bethany se sintió feliz... aunque había un detalle que empañaba su felicidad. Él la necesitaba, sí, pero no como mujer. ¡Lo único que Joshua quería era una niñera!