En su juventud, Ann Talbot se vio obligada a abandonar a Heath Bodine y ni siquiera le permitieron despedirse de él o escribirle una nota para explicarle la situación.

Y ahora que Ann había vuelto dispuesta a enmendar el pasado, se encontraba con que, aunque Heath aún tenía poder para hacerla estremecer, había cambiado muchísimo. Sí, le pidió que se casara con él, pero no por amor, sino por venganza. Y Ann no tuvo otra opción que aceptar...