¿Acaso existía el matrimonio perfecto?

Después de casi veinte años junto a su marido, Charles, Katherine Stamos se sentía a la deriva. ¿Qué había sido de la unión y la pasión que había habido entre ellos en otro tiempo? Su padre les sugirió un crucero a bordo del Sueño de Alexandra, para escapar de la rutina y volver a conectar.

Una vez en el barco siguió resultándoles difícil dejar atrás el trabajo; y Katherine seguía sin escuchar las palabras que deseaba que salieran de boca de Charles, por lo que empezó a pensar que era inútil desear recuperar la locura del primer amor. Quizá fuera algo que sólo los jóvenes podían sentir.

Pero entonces conoció a June y a Albert, una pareja de ancianos que, después de décadas de matrimonio, seguía encontrando la magia y la emoción en todo lo que hacían juntos. Su ejemplo hizo que Katherine se preguntara si su relación con Charles podría ser perfecta, aunque ellos no lo fueran…