Aquélla era la oportunidad perfecta para conseguir todo lo que deseaba...

Aquel especial programa radiofónico que suponía estar tres días emitiendo desde una cama era la oportunidad de su vida para la locutora Erica Gibson. Lástima que tuviera que presentarlo con el mujeriego de la emisora y no con el guapísimo Adam Hawkins.

Su deseo se hizo realidad cuando Adam apareció en la grabación. Ya tenía el trabajo de su vida y al hombre de su vida… ¿podría haber algo mejor? Sí, cuando todo el mundo se fue y se apagaron las luces, Erica lo sedujo. Como sus actividades nocturnas iban en contra de las normas de la emisora, Erica y Adam decidieron mantener la aventura en secreto. Pero, de vuelta en el trabajo, no podían dejar de pensar en lo que había ocurrido entre las sábanas y en la tentación de lo prohibido.