Kelsey no debería haberse enamorado de Brandon Traherne. La pasión que compartían era prohibida y además una traición, ya que Kelsey estaba prometida al hermano de Brandon. Pero ella tenía que hacer lo que le dictaba su corazón y romper su compromiso. Horas más tarde, su prometido murió en un trágico accidente; el mismo que dejó a Brandon sin memoria...

Kelsey y Brandon eran libres para amarse, ¿pero qué futuro les esperaba, cuando a Kelsey la atormentaba la culpabilidad y Brandon no era capaz ni de recordar las apasionadas promesas que un día se hicieron?