Lee Summer estaba ansiosa por conseguir su primer contrato con una corporación para desempeñarse como instructora de gimnasia aeróbica. Pero cuando se vio cara a cara con el máximo genio de la computación, un hombre arrogante y de voz suave, presidente de Barwise Softronics, supo que tendría por delante una tarea bastante diferente de la prevista.

Jeffrey Barwise se interesaba tanto en los problemas de salud como Lee en la computación: absolutamente nada. La obstinación era uno los rasgos más sobresalientes de Jeffrey. Lee, por su parte, estaba decidida a efectuar unos cuantos cambios en la política de la empresa. Si sólo pudiera conseguir que Jeffrey tomara parte en su clase de gimnasia, Lee podría tener alguna posibilidad de triunfo. ¡Pero cómo podría enseñarle a mejorar su salud por medio de la gimnasia si cada vez que él se le acercaba, su propio corazón dejaba de latir y apenas podía respirar!