Ella era una joven de clase media. Él, un distinguido profesional de clase alta. Graduado en Harvard, él era un arquitecto urbanista y ella, una divorciada independiente, que se ganaba la vida conduciendo un taxi en la ciudad de Nueva York. Mientras recorrían un vecindario humilde, Ben Shipley se imaginaba renovándolo totalmente, en tanto que Melanie Protheroe soñaba con una felicidad suburbana.

Nada tenían en común. Él era un hombre que podía captar la belleza oculta detrás de la miseria, pero también era implacable. ¿Podría apreciar el atractivo que ocultaban las réplicas mordaces de Mel, el amor que aguardaba la oportunidad de manifestarse en cuanto se derrumbaran sus frágiles defensas?