La doctora Kathryn Wainwright no sabía mucho de los hombres. Entonces, una investigación la sacó de su laboratorio para llevarla a la naturaleza, bajo el cuidado del rudo vaquero Mac Ryder. La preciosa científica tenía mucho que aprender: como por ejemplo la forma de enganchar a un soltero de sangre ardiente que había jurado no volver a casarse nunca.

La pequeña genio que vivía bajo su techo había desatado todos los instintos masculinos de Mac. Pero aunque deseara a Kat en su cama, que lo ahorcaran si pensaba casarse de nuevo. A él y a su hijo pequeño les iba muy bien solos. Pero cuando Kat se fuera, ¿volvería a ser todo igual?