Él lo tenía casi todo... le faltaba lo más importante

Si alguna vez había existido la personificación de todo lo que el dinero podía comprar, ése era Jonas Bravo. Pero la brillante fachada ocultaba un pasado lleno de pérdidas. El secuestro de su hermano pequeño le había enseñado a protegerse... hasta que aparecieron dos féminas y se le colaron en el corazón...

Una era la pequeña Mandy, hermana adoptiva de Jonas, por cuya custodia estaba dispuesto a luchar hasta el final. Y la otra era Emma Hewitt, su preciosa cuidadora. Era evidente que ambas iban en el mismo paquete, del mismo modo que era evidente que Emma estaba haciendo que Jonas volviera a soñar con volver a tener todo lo que había perdido en aquella fría noche de invierno...