La tímida Helen Crosby había decidido que debía tomar medidas drásticas si quería encontrar un hombre. Llegó incluso a dormir en la supuesta encantada casa D'Amour esperando conjurar un marido. Pero nunca hubiera imaginado que lo que se iba a encontrar era a aquel extraño.

Damien Lord le había dado la espalda al mundo que una vez lo había adorado. Un acto de heroísmo le había dejado cicatrices en el cuerpo y en el alma, y eso despertó el instinto protector de Helen. Sabía que podía ayudar a Damien si él la dejaba, pero ¿cómo iba a ser aquél el hombre de su vida si, en cuanto estuviera curado, inevitablemente se marcharía?