La carta enviada al desierto en pleno conflicto bélico iba dirigida al “soldado desconocido”. Cuando el sargento Michael Brown la abrió, comenzó a crecer en la Providencia. En el sobre también iba una fotografía de los veinte alumnos del curso de tercer grado encabezados por su bonita maestra, una mujer que parecía hecha a la medida de Mike.

Al igual que Mike, Sara Benton también guardaba la fotografía del sargento y había memorizado todos los rasgos de su rostro. Pero cuando Michael cumplió su promesa de ir a visitar la escuela… Sara estaba más excitada que los chicos.