El suyo había sido un fugaz y apasionado romance. Alain Deslandes era un hombre mundano y Roxanne una chica inexperta. No había estado preparada para los noches que pasó sola como esposa de Alain, ni para el bebé que esperaba, y mucho menos para descubrir a Alain con otra mujer.

Cinco años después, Roxanne era madura e independiente y se había sobrepuesto a los recuerdos de su doloroso matrimonio. Podía regresar a trabajar a Bordeaux sabiendo que Alain había hecho su vida por otro lado, ¿o no?