A Gabe Escalante le gustaba la vida de vagabundo. Duro e independiente, iba de un lado a otro del país trabajando como cazador de recompensas. Pero aquel hombre justiciero tenía que vengarse de un hombre peligroso. De modo que, cuando se enteró de que habían dejado libre a aquel canalla, lo dejó todo.

Y su rastro lo condujo directamente a Dallas Wade. Gabe tenía la corazonada de que Dallas iba a ser la próxima víctima, y pensó en materializar la venganza a través de ella. Pero, ¿por qué él, que era un solitario empedernido, de repente deseaba ser algo más que el guardaespaldas de Dallas? Gabe temía que el deseo que sentía por Dallas fuera más fuerte que su deseo de que se hiciera justicia. Y eso podía ser un error fatal.