Hacía dos años que Alex se separó de Greg Wilde, cuando creyó que éste le había sido infiel. Entonces se dijo que no quería volver a verlo jamás. Pero ahora ambos formaban parte de un equipo de trabajo en Japón.

Greg no había cambiado. Seguía tan atractivo como siempre. La lógica le advirtió a Alex que sería una tonta por involucrarse con un hombre que no la amaba. Pero a pesar del interés de Greg en la hermosa Yuki, Alex cayó de nuevo en sus redes.