Luke amaba a Annabel, pero Janna había compartido una semana con él que nunca olvidarían…

Janna había sido criada en Sudamérica por un padre cariñoso, pero ahora estaba sola… hasta que Luke Hayes-Ross entró en la taberna donde ella trabajaba. Con él, el viaje de Janna a Inglaterra, y la posibilidad de encontrar a su familia, estaban asegurados.

Esos días pasados con Luke transformaron los sentimientos inocentes y de agradecimiento de Janna, en el amor y la pasión de una mujer. Por corto tiempo, Luke sería de ella: e Inglaterra y la prometida de él estaban a miles de kilómetros de distancia. Con desesperación, Janna se preguntaba si todavía ocupaban un lugar privilegiado en el corazón de él…