Soy toda tuya... durante dos semanas.

Eso fue lo que le ofreció la inteligente y bella Jade Morrow. La relaciones públicas estaba dispuesta a todo con tal de conseguir aquel cuantioso ascenso, incluyendo hacer un viaje con Drew Robson y enseñarle todo lo que necesitaba para salvar su negocio.

Drew tenía la intención de anular el acuerdo al que había llegado con la empresa de Jade; creía no necesitar a nadie hasta que la vio personalmente. De pronto aquella mujer sexy y sensual había conseguido que se replanteara todo lo que creía saber. No sabía cómo terminaría aquello, pero, por el momento, estaban compartiendo coche... y cama.