Kathleen Collins se encontraba sola y embarazada en Nueva York. Patrick le había mandado el pasaje a Irlanda para que se reuniera con él, pero el Irish Queen había colisionado con otro barco en el puerto de Nueva York, y habían resultado muertos docenas de pasajeros, entre los que se encontraba la compañera de camarote de Kathleen, Brigit. Entonces ella había tenido que ocupar su lugar como sirvienta en casa de los Drummond, porque Patrick no estaba en la dirección que le había dado...

Durante la aventura que llevaría a Kathleen desde las costas de Irlanda a una ciudad de Norteamérica, iba a descubrir toda clase de traiciones, mentiras y peligros. Pero quizás al final consiguiese ver cumplida la promesa que le hicieron tiempo atrás: la de toda una vida de amor.