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Una mujer en el camino

Meg Alexander

Prudence y el pequeño Dan eran huérfanos y estaban acostumbrados a resolver solos sus problemas. Cuando descubrieron los peligros que encerraba la fábrica de algodón a la que los habían destinado, no dudaron en fugarse de allí.

Cuando un granjero intentó propasarse con Pru, ella decidió quitarle la ropa a un espantapájaros y disfrazarse de chico. Luego, la mala suerte hizo que estuvieran en mitad del camino cuando el carruaje de Sebastian Wentworth tomaba una curva a gran velocidad... Y entonces, dejaron de ser libres; Sebastian decidió llevarlos con él en su viaje a Kent. Sin embargo, Pru estaba segura de una cosa: Lord Wentworth no debía descubrir que ella era una chica...