Había decidido dejar de seguir los consejos de su padre... y buscarse un chico malo

Cuando el test de una revista le reveló el tipo de hombre que le gustaba, Laurel Malone no se sorprendió lo más mínimo. Los chicos malos siempre habían protagonizado sus fantasías. Así que, harta de negarse aquel pecado en el que nunca había caído, Laurel decidió encontrar al chico malo definitivo.

Cuando el agente de Bolsa Mac Tolliver vio por casualidad las respuestas de Laurel en aquel test, albergó la esperanza de que cambiando de indumentaria... y de actitud, quizá pudiera llamar su atención. Y pronto la necesidad de satisfacer a aquella preciosa y sexy mujer lo estaba consumiendo. Pero... ¿cómo le contaría la verdad? Después de todo, quizá no fuera necesario, porque Laurel también ocultaba un apasionante secreto.