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Un juego muy arriesgado / Juegos mortales

Connie Bennett

Alex Devane, exteniente de la policía, parecía la persona indicada para acabar con el juego del Estrangulador de Brauxton. Sin embargo, Devane no estaba dispuesto a aceptar esa responsabilidad.

Ivy Kincaid le hizo comprender que era necesario que colaboraran en el caso, al tiempo que despertó el espíritu apasionado de Alex.

Pero los problemas no se hicieron esperar: un psicópata desafiaba y aterrorizaba a la pareja; Ivy era demasiado independiente para dejarse proteger y Alex no quería arriesgar de nuevo la vida de un ser amado.