ERA HERMOSA COMO UNA MARGARITA, DULCE COMO UNA ROSA… Y PELIGROSA COMO UNA PLANTA CARNÍVORA

Quizá la atractiva Rosie Bliss pareciera una inocente florista, pero el jefe de policía y antiguo agente de antivicio Sam Maguire sospechaba de esas «hierbas» que Rosie cultivaba junto a sus flores.

Así pues, el concienzudo policía se dispuso a investigar el misterioso pasado de Rosie. Y descubrió algo muy inquietante… se sentía irresistiblemente atraído por ella.

Fue entonces cuando Sam bebió por accidente una de las infusiones de Rosie… y acabó perdiendo la cabeza por completo. No sólo se acostó con su sospechosa… sino que se convirtió en un adicto a aquella mujer, que era para él la droga más poderosa del mundo.