Lorelei Tate sabia sacarle partido a cualquier negocio que se le presentase y su matrimonio no iba a ser una excepción. Necesitaba un marido para conseguir su herencia y Haze Callahan necesitaba capital para invertir en su empresa. Como Lori apuntó, tendrían todos los beneficios y ninguna desventaja de un matrimonio verdadero. Ella seguiría con su carrera y Haze podría hacer... lo que quisiera.

Pero Haze tenía sus propias opiniones al respecto. Pensaba que, debajo del peinado sobrio y las chaquetas de hombreras de Lorelei Tate, había algo escondido, algo cálido y maravilloso que saldría a la superficie cuando ella dejara de intentar ser un hombre más...