Chris Galloway llegó a odiar a Jim Fleisher... aunque el pobre tipo estaba muerto. Jim había tenido un accidente, y a Chris, en su papel de investigador de seguridad aérea, le caían mal los pilotos que provocaban la muerte de sus pasajeros.

Anna decía que Jim no había sido el responsable del accidente, pero ¿qué iba a decir ella? Después de todo, fue su novia. ¿Y qué prueba ofrecía para garantizar su inocencia? ¡Que el fantasma de Jim, para colmo de males le había asegurado que no era responsable de nada!

Desde luego, Chris no creía en esas tonterías. Pero cada vez que se acercaba a Anna, tenía la incómoda sensación de que alguien lo observaba. Y que a ese alguien no le gustaba lo que veía...