LA ESENCIA DE LA QUE ESTABAN HECHOS LOS SUEÑOS…

Francesca D’Arcy se había gastado hasta el último centavo en hacer realidad su sueño. Almohadas de plumas, buen vino y comida exquisita. El Cabernet Inn era el escenario ideal para la seducción, salvo que el romance no estaba en el menú de Francesca… al menos hasta el anochecer, cuando su imaginación pareció cobrar vida propia.

El dueño del complejo, Tony Galini, nunca había conocido a nadie como su socia Francesca. Era hermosa, inteligente… ¡y no tenía ni idea de cuánto la deseaba! Aun así, él no quería arriesgar su amistad insinuándose. Pero el deseo crecía peligrosamente, y cuando los dos se encontraron accidentalmente en la misma cama, todas las barreras se derrumbaron. Después de todo, ¿quién decía que los amigos no pudieran convertirse en amantes?