Una mujer hermosa sólo podría acarrear problemas, pensó Justin Dunne; y Lauren Cambridge entraba dentro de esa categoría.

Ella estaba cansada de relaciones fallidas y había ido de vacaciones a la isla con objeto de empezar de nuevo. Pensaba que podría encontrar a alguien seguro y llegar al aspecto sexual poco a poco; entonces conoció a Justin. Era tan misterioso como el castillo en el que se alojaba, y antes de poder darse cuenta de ello, él le había robado el corazón.