Ella conducía un Porsche y él una camioneta... Ella era una niña bien de Hollywood y él un ranchero rudo y tosco que despreciaba el glamour y la pompa y al que ni muerto se le vería vistiendo un esmoquin...

Las vidas de Zoe y John Dalton eran diametralmente opuestas, y a J.D. no le hacia la menor gracia tener a Zoe de invitada en su casa... Pero los opuestos se atraen y cada vez que se ponía a discutir sobre algo acababan besándose. J.D. estaba convencido de que Zoe no estaba más que coqueteando con él, gastándole bromas para conseguir lo que quería: su rancho. ¿Y qué era lo que quería J.D.? ¿Podría ser que, en contra de su buen juicio, lo que realmente quisiera fuera una esposa?