Cuando su jefe le ofreció unas inesperadas vacaciones de dos semanas en Portugal, Harriet no desaprovechó la oportunidad y aceptó. Imaginaba que iba a pasar esos días sola, lo cual no le molestaba. No obstante, le agradó conocer a Richard Livesey, a quien evidentemente le parecía atractiva.

Todo iba bien, hasta que las vacaciones se convirtieron en una pesadilla cuando Richard le anunció cómo pensaba vengarse de ella por lo que le hizo al joven cuñado de él. ¡Si Harriet al menos supiera de qué hablaba el hombre!