Verity no aprobaba la aventura de su amiga casada Gussie con el capitán Benedict Dysart; pero ella no debía involucrarse en sus vidas. Todo lo que Verity tenía que hacer era vender la casa de campo de Gussie en Costwold y tratar de mantenerse alejada de los amantes.

El asunto era bastante sórdido, pensó ella. ¿Qué clase de hombre podría divertirse con la esposa de otro? Sorpresivamente, descubrió que Ben distaba mucho de ser el hombre sin escrúpulos que había imaginado...