¿Se habría vuelto loca Maddie Brannigan? ¿Qué hacía despertándose junto a su peor enemigo? Sin duda, Clay James era el hombre más atractivo de la ciudad. También era cierto que había acudido a rescatarla de una muerte segura. Pero Maddie había tenido suficientes peleas con él como para saber lo que podía esperar.

Clay no podía creer lo que estaba pasando. Salvar a aquella exasperante e irresistible damisela en apuros lo había metido en un buen lío. Pero una sola mirada de aquellos ojos seductores le hizo saber que su proposición de matrimonio era algo más que una mera cuestión de deber...