Si el nuevo socio de Amanda Mendenhall pensaba que podía inmiscuirse en la vida personal de ella, ya podía irse. No estaba dispuesta a perder la cabeza ni a enamorarse de nuevo... ¡sobre todo porque era su ex esposo! Pero claro, ahora que la oficina era su segunda casa, era difícil evitar recordar aquellas noches de amor...

Tan pronto como David Smith vio a su ex esposa, comprendió de que era hora de que se aflojara la corbata y se arremangara la camisa... Se había dedicado de lleno a su carrera, para ahogar los recuerdos de su relación... pero ahora que volvía a encontrarla no la dejaría escapar. El reto consistía en sacarla de la sala de conferencias y llevarla al dormitorio...