Bren la cuidaría. Quizá fuera un ideseable, pero ella le amaba.

Se decía que la mala sangre de sus salvajes antepasados - los terribles Dewar, como les llamaban - fluía por las venas de Bren Dewar, que era tan duro, cruel y altanero como ellos habían sido. Sin embargo, antes de conocerle bien, la tímida Laura Vernon, le convirtió en la figura romántica de sus sueños y después descubrió que era un hombre dominante, pero no tan perverso como lo habían pintado.

Desafortunadamente, Laura no se había dado cuenta de los planes que tenía para ella.