A veces la historia se repite…

Cuando Leah Blain tenía diecinueve años, encontró guapo a Vincenzo Petruzzi, y él la conquistó. Lamentablemente, su matrimonio fue un desastre desde el principio, y ella le dejó, jurando nunca volver a él o a Italia.

Pero su promesa duró sólo cinco años, hasta el día en que se encontró de nuevo en Roma, tratando de evitar que su hermana y el sobrino de Vincenzo cometieran el mismo error. El problema era que los dos jóvenes amantes se habían escondido, lo que significaba que tenía que pedir ayuda a Vincenzo…