Diez años atrás, en su alocada época universitaria, Meg Danley y sus dos mejores amigas juraron que estarían casadas y establecidas en cuanto llegara el milenio.

Meg estaba ya establecida. Tenía todo lo que necesitaba; un apartamento estupendo y una profesión estimulante. Al menos eso era lo que pensaba... hasta que sus amigas fueron a visitarle decididas a hacer cumplir el juramento. Lo que proponían era una seria búsqueda de un hombre. Entonces, descubrieron a Jack Elliott, el atractivo soltero que había ido a ver a su madre, y lo declararon perfecto para Meg.

No las desanimó ni siquiera el hecho de que Jack planeara volver a su vida en Maine. Meg pensó que estaban locas, pero de pronto, la boda con él empezó a parecerle tentadora.